Las pruebas de carga biológica o Bioburden, también conocidas como pruebas microbianas rápidas (RMM), son un proceso de control de calidad crucial. Cuanto más fácil y rápido sea cuantificar la contaminación microbiana en sistemas de agua, materias primas o productos terminados, mejor será su capacidad para tomar decisiones rápidas que afecten la seguridad y la calidad. En la fabricación de dispositivos médicos y farmacéuticos y procesos de purificación de dispositivos médicos y farmacéuticos, el tiempo necesario para obtener resultados es fundamental para la seguridad del paciente, el cumplimiento normativo y la eficiencia de los procesos.